¿Cuáles son las características del periodo Neolítico?

El Neolítico es la etapa de la Prehistoria caracterizada por la aparición de la agricultura, ganadería, y asentamientos humanos permanentes.

¿Cuáles son las características del periodo Neolítico?

El Neolítico es el último período de la Edad de Piedra, caracterizado por la aparición de la agricultura y la ganadería. Este cambio revolucionario comenzó en Oriente Próximo durante la transición del Pleistoceno Superior al Holoceno, aproximadamente entre 12,000 y 11,700 años antes del presente. Durante este tiempo, se desarrollaron herramientas de piedra pulida, a diferencia de las herramientas más toscas del Paleolítico. Sin embargo, hoy en día el término "Neolítico" se asocia más con la adopción de la agricultura y la ganadería que con las herramientas de piedra.

En América, el Neolítico coincide aproximadamente con el Periodo Arcaico. Este período marcó el inicio de sociedades agrarias, con la creación de los primeros asentamientos humanos permanentes. La agricultura y la ganadería no solo aseguraron un suministro constante de alimentos, sino que también transformaron la forma de vida humana, pasando de ser cazadores-recolectores a productores de alimentos. Esta transformación fue la base para la aparición de sociedades complejas y, eventualmente, la Edad de los Metales o la Edad Antigua, donde surgieron la escritura y las primeras civilizaciones agrícolas.

La sedentarización, impulsada por la revolución agrícola, permitió el establecimiento de los primeros asentamientos permanentes. La dependencia de la agricultura y la ganadería creó la necesidad de un nuevo tipo de organización social y económica. La revolución neolítica se produjo de manera independiente en al menos seis regiones del planeta, conocidas como las cunas de la civilización, incluyendo Asia occidental, China oriental y Mesoamérica. Este fenómeno no fue simultáneo, sino que ocurrió en diferentes momentos y lugares, pero siempre marcando un cambio radical en la forma de vida de las sociedades humanas.

El término "Neolítico" fue acuñado por John Lubbock en 1865, destacando la importancia de las herramientas de piedra pulida que acompañaban el desarrollo de la agricultura. El arqueólogo Jean Guilaine afirmó que la verdadera revolución de la historia no fue la escritura, sino la agricultura, que transformó los paisajes y creó las primeras aldeas y ciudades. Esta nueva dependencia del clima para las cosechas y la domesticación de animales también introdujo nuevas enfermedades y desafíos, pero sentó las bases de nuestro mundo actual.

La agricultura y la ganadería surgieron de manera independiente en diferentes regiones del mundo, como Oriente Próximo, China, Nueva Guinea y África. En América, la agricultura se desarrolló más tarde, pero de manera independiente en regiones como Mesoamérica y los Andes. En Europa, la agricultura llegó a través de la influencia de Próximo Oriente. Este período también vio la aparición de la cerámica, que facilitó el almacenamiento de alimentos y agua, y la producción textil, que mejoró la vida cotidiana de las personas. La interconexión entre diferentes culturas a través de la trashumancia y el intercambio de técnicas contribuyó a la difusión de estas innovaciones neolíticas en todo el mundo.